En las cálidas tardes de verano, cuando la pérgola proyectaba largas sombras, a los aldeanos les gustaba reunirse en la Gruta de los Montes para tomar un Boccalino o una Gazosa espumosa. El origen local de los productos siempre fue acompañado de cortos canales de distribución. Los vacíos siempre han sido valiosos. Las botellas con tapas herméticas se reutilizaban casi sin fin y la producción de bebidas era prácticamente libre de residuos. Un modelo simple con bajo consumo de recursos que ahora su bisnieto Roberto ha redescubierto en tiempos de cambio climático bajo el término de economía circular. El depósito bajo de las botellas promueve esto. 

En Gazosa Monti, el espíritu de Bartolomeo Monti (1863-1948), alcalde, viticultor, negociante en vinos y explotador de la legendaria Gruta Monti en Magliaso TI, sigue vivo. De manera coherente, solo sirvió lo que las granjas, los campos y viñedos de los alrededores podían proporcionar. Y su Gazosa: agua fresca de manantial, aromas frutales, azúcar, ¡eso es! Con ello llenó ya en aquel tiempo las inconfundibles botellas de vidrio con tapones herméticos, añadió un poco de ácido carbónico y la limonada colorida estaba lista.

Gazosa Monti, limonada que sabe a vacaciones, piscina al aire libre y noches de verano interminables. Desde hace mucho tiempo ha sido parte de la herencia culinaria de Suiza. Como ningún otro refresco, Gazosa es sinónimo de pura alegría de vivir. ¡Disfruta del frío!